lunes, 2 de julio de 2012

Voz



Entonces escuchas tu voz narrando tu historia. Dando los comentarios omitidos en la realidad 
transcurrente. Esa voz se convierte en aquel personaje que lo ve todo, el narrador omnipresente, pero 
sólo en tu cabeza existe , hace eco, resuena, y ahí se queda.


Mientras la mirada disumula normalidad, un sin número de comentarios se oyen al interior de ti.
¿Consciencia?, ¿el diablillo y el angelito?, ¿tu otro yo?, ¿otra persona te controla? ¡Tu voz interior!--
Pensaba Camila mientras veía pasar a la gente frente a su ventana. 


Siempre estaré aquí para ti, para nadie más, escuchó, giró la cabeza y no había nadie más que ella.

En el silencio de la noche


Escucho su respiración, es acelerada. Nunca es diferente. Cierra sus ojos y se pierde en el mundo que sólo él conoce. Yo lo amo.

Recorro con mi mirada cada poro de su piel. Suena enfermo, lo sé, pero me gusta verlo dormir. Su pecho se alza y vuelve a caer con tranquilidad. Descuida su postura, como cualquier otra persona que descansa. Pero él, algo que tiene que no puedo dejar de ver.

Sus párpados están cerrados, cual cortina que cae después de una gran función.

Se enrosca, como una bolita, como un bebé.

Yo sólo veo cómo duerme. Yo lo amo en el silencio de la noche.